¿Dificultades para dormir?
¿Te cuesta conciliar el sueño y tener un buen descanso? ¿Te despiertas varias veces durante la noche? ¿Te desvelas con facilidad? ¿Sientes por las mañanas que descansaste poco?
Empecemos por el principio: dormir bien en calidad y tiempo es fundamental.
Enfrentar el día luego de haber tenido una “mala noche”, nos genera agotamiento, irritabilidad, cansancio, falta de concentración, alteración del estado de ánimo. Es decir; cuando falla el buen dormir, nuestra mente no funciona normalmente. La memoria, la capacidad de atención, y ciertas funciones cognitivas se ven afectadas. Incluso nuestro sistema inmune se ve afectado. El sueño es fundamental: durante el mismo se consolida la memoria y el aprendizaje, mejora nuestra creatividad, concentración, e incluso las emociones!
Por todo esto vale la pena tener en cuenta algunas cuestiones que hacen a una correcta HIGIENE DEL SUEÑO.
DESCONECTA. Existen varios estudios que alertan sobre como el uso de pantallas; teléfonos, tablets, jugar a los videojuegos, chatear, el uso de redes sociales antes de acostarte, alteran el patrón normal del sueño. La luz azul de los dispositivos, dificulta la producción de melatonina, que es la hormona encargada de regular los ciclos de sueño y vigilia (entre otras cosas). Por lo tanto, es esencial en el proceso de dormir. Si no puedes evitarlo, al menos activa el modo noche, así la luz es filtrada y afecta en menor medida la secreción de melatonina. ¡Y no te olvides de desactivar las notificaciones!
ATENCIÓN A LAS EMOCIONES. No todas las personas reaccionan de igual forma ante los estímulos, por eso es importante conocerte. Quizás tu pareja se quede dormida en plena película de acción o terror, pero quizás a ti eso te altere y te dificulte el descanso. En ese caso acepta como eres y evita consumir noticias negativas o contenido violento antes de dormir.
También es importante evitar temas conflictivos o dolorosos, las discusiones, comenzar a pensar en eventuales problemas o repasar las cosas que te preocupan antes de acostarte. En su lugar enfócate en algo positivo, un recuerdo agradable. ¡Visualízalo con todos los sentidos posibles!
TEN UNA RUTINA SANA. Antes de acostarte desarrolla una rutina que te predisponga a un buen descanso; atenuar las luces de la casa, ponerte ropa cómoda, escuchar una música suave, leer, darte una ducha, tomar algo tibio, meditar. ¡Prueba que rutina es la mejor para ti!
Hacer actividad física es parte de una rutina sana, pero ¡cuidado! evita hacerlo durante la noche porque es posible que te active y te impida dormir.
Además evita comidas pesadas o copiosas, el consumo de cafeína o bebidas estimulantes antes de dormir.
TOMA CONCIENCIA DE TU MOMENTO PERSONAL Si notas que las dificultades con el sueño coinciden con algún evento angustiante, presiones en el trabajo o en la vida personal, estrés, cambios importantes, ansiedad o depresión, te recomendamos que inicies una psicoterapia con un profesional.
Recuerden que estas son aproximaciones generales y no reemplazan un tratamiento terapéutico.